Celeste estudió Bellas Artes en Valencia y durante esos años empezó a acercarse al tatuaje de manera autodidacta, aunque no se convirtió en su profesión hasta unos años más tarde, cuando se mudó a Barcelona.

Celeste se considera ilustradora, siendo el tatuaje una de las técnicas a través de las cuales plasma sus ilustraciones. Las inspiran las tiendas de antigüedades, los museos de ciencias naturales, los jardines botánicos, las historias de brujas y las ilustraciones científicas.

Usa tinta negra y una técnica similar al grabado o a la plumilla. Su inspiración procede de anticuarios, museos de ciencias naturales, jardines botánicos, cuentos de brujas e ilustraciones científicas.